El Velo

Pues no me parece muy bien lo del velo. Quizá sea porque sea intolerante, pero, ¿es la intolerancia a lo intolerante, también intolerable? No me parece bien que se sexualice el cuerpo de la mujer a cualquier edad, pero en la adolescencia, cuando las dudas y confusiones se imponen, me parece todavía peor. Claro, que siempre he protestado por la existencia de uniformes, y más en el colegio. Me gustaría que todo el mundo pudiera llevar lo que le diera la gana, más cuando la ropa es un medio de expresión que nos ayuda a desarrollar nuestra personalidad. Y por supuesto, acepto que cada prenda de vestir es un indicador, de nuestra clase y nivel social, de nuestros valores, de nuestras aspiraciones. Eso no es siempre bueno: todos podemos evocar ejemplos en que en base a las prendas de vestir nos hemos visto envueltos, a veces como perpetradores, en las más abominables marginaciones porque fulano no lleva ropa de marca, o porque fulana se viste como una cualquiera o qué sé yo. Las modas, las no modas, los grupos sociales, las señas de identidad contribuyen tanto a acercarnos a aquellos que percibimos ser como nosotros como a alejarnos y a crear espacios de marginalidad para aquellos que no.
¿Por qué entonces despotricar contra el velo? Deberíamos ser abiertos y tolerantes a cualquier forma de expresión cultural y por tanto, aceptar las culturas en las que el velo es una seña de identidad, tan importante como mi camiseta de Sonic Youth lo ha sido para mí durante al menos un cuarto del tiempo de mi vida. Pero la comparación no me parece justa. El velo, no es simplemente un instrumento de expresión individual: por encima de todo, me parece más como un elemento de represión social. Lo que el individuo expresa cuando lleva el velo es que acata esa represión social. Como esa represión social se basa en unos valores patriarcales más brutales, creo que tengo todo el derecho para despotricar contra el velo. La verdad sea dicha, respeto la decisión de individuos a llevarlo (de hecho tengo muy buenas amigas que nunca me han mostrado su cabello), y no quiero llegar a juzgar un caso individual, sino el símbolo social que representa el velo.
Claro, que me encuentro en una gran dificultad al opinar si el uso del velo se debe regular. Volvemos otra vez a lo mismo: ¿es la legislación intransigente de lo intransigente, también intransigente? Al final, nos encontramos en la dificultad de llevar a cabo decisiones colectivas que implican grandes dificultades éticas. Admito que el tema es complicado. Pero aún así, lo del velo, no me gusta.

3 comments:

Sr. Editor dijo...

El velo no es una prenda de vestir usada libremente sino impuesta. El velo no es una expresión de la personalidad de nadie, ni una forma de protesta, ni una moda. El velo es la materealización de la sumisión de la mujer en el mundo islámico y musulmán.

El velo no significa una muestra cultural o religiosa sino la represión absoluta contra los derechos humanos, en este caso de las mujeres.

Es así de simple. Quien diga lo contrario sólo puede ser un ignorante, un cabrón o un fanático musulman.

Me gustaría saber la opinión de la ministra Aído de Igualdad... Ah y ya que estamos, como bien has mencionado lo de la ropa y lo que representa, me gustaría recordar aquí el cinturón Hermés de 500 euracos que zETApé lleva en sus mítines. Que luego algunos montan cada una por tres trajes que pa'qué... :-)

Aquí un liberal, de esos que llamáis neo-con, contrario a velos, crucifijos o estrellas de David en la vida pública. Aunque ese debate va mucho más allá que el del velo...

Saludos Vane, muy chulo la nueva forma del blog.
Kisses

Anónimo dijo...

Neocon Che, te conte lo de la Tea Party en Washington?

Checho dijo...

Pues me parece que no...