Una y otra vez
Una y otra vez me encuentro discutiendo el rollo este del cambio global; y no señores, no es que no tengamos que preocuparnos de lo malita que esta la tierra por culpa de este sistema hyperconsumista en el que vivimos; el problema es que el cambio global parece estar creando una nueva raza de seres malvados: aquellos que no reducen sus emisiones de carbono.
Y para muestra un botón, ayer vi un programa en la tele en el que se argumentaba que todos los cristianos del mundo deberían estar reduciendo sus emisiones de carbono, ya que no hacerlo es poco menos que un pecado. ¿Qué? ¿Pero qué demonios tienen que ver el merengue con la lechuga? O sea, que no sólo nos cargamos el planeta, sino que encima, ahora, vamos a juzgar a aquellos (como yo) que después de haber sido programados para consumir, deben reprimirse y no hacerlo. ¡Es de locos! Y lo más de risa es eso de: "pregúntate que es lo que puedes hacer tú- instala paneles solares en tu casa". Vamos, no me entendáis mal, siempre he sido una ardua defensora de los paneles solares, pero de ahí a relacionarlos con el virtuosismo… actuar contra el cambio global va más allá de la virtud, señores. Ser consecuentes con el cambio global significaría mandar a tomar por culo nuestro estilo de vida; no podemos poner paneles solares y sentir que somos más correctos que el señor que use energía de gas natural, porque todavía seguimos encendiendo el interruptor: a la única persona que voy a escuchar dando lecciones sobre cambio climático es a aquella que use solo velas y vaya en bicicleta a todas partes. Y si pones paneles solares no es para sentirte como el defensor de la moral, sino simplemente porque es lo que debes o puedes hacer, sin más consecuencias que tu buen interés. Desde luego, no me va a venir a dar lecciones un gacho que conduce un SUV, por muy híbrido (o Toyota) que sea (por cierto que Toyota se está llevando una buena ración del pastel señores, pero bueno, me alegro eso se llama anticipación empresarial).
Y decir esto, decir que nos estamos tirando a un pozo no solo medioambiental sino también social NO ME CONVIERTE EN UNA ESCÉPTICA DEL CAMBIO CLIMÁTICO, solamente me convierte en una observadora crítica que se niega a creerse a pies juntillas todo lo que le digan, lo diga un cura, uno de Greenpeace, el presidente del gobierno o la pitonisa Lola.
Y todavía más, parece que nadie se da cuenta de lo que estamos hablando. Hoy el New York Times me mandaba una viñeta espectacular (‘pie’ significa 'pastel')
O sea, que solo a unos pocos les toca pastel. Lo que esta viñeta refleja es el verdadero problema del cambio climático: si todos nos desarrollamos las emisiones de carbono a la atmósfera serán insoportables para cualquier ser viviente. Sin embargo, eso no significa si todos nos desarrollamos i.e. si todos tenemos una mansión de tres plantas y un cuatro por cuatro. No señor. Lo que significa es que si todos tenemos unos mínimos de electricidad y bienestar, si los 6000+ millones de personas del planeta pasan el límite de la pobreza, entonces no podremos sobrevivir. ¿Es eso cierto? La verdad es que no lo sabemos. Casi me parece ver a la famosa 'mano invisible' esta vez buscando la excusa perfecta para mantener la desigualdad a lo largo y ancho del planeta: Ojo, que no digo que no haya que actuar contra el cambio climático: lo que digo es que hay algunas aristas del argumento que son muy peligrosas y que parecen sugerir que la desigualdad y el sufrimiento humano se perpetúen por siempre, en salvaguarda del estilo de vida occidental. Y es que parece que no hay pastel para todos, esa es la verdad...
1 comments:
Ghandi dijo esto cuando luchaba por la "libertad" de la India:
“Gran Bretaña utilizó la mitad de los recursos del planeta para alcanzar su prosperidad, ¿cuántos planetas necesitará un país como la India?”
Viene al pelo ¿verdad?
Ya que estamos frikis, enlazo un articulillo que habla de todo esto...
Science, Sustainability, and the Human Prospect
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