Estrategia Española a la cabeza de Europa

Todo mi cabreo de ayer se ve recompensado. Leo en el Heraldo que el gobierno español ha publicado la Estrategia Española de Cambio Climático cuyo principal objetivo es recortar el consume de energía. El Heraldo dice que el plan “Redescubre el tren y propone la creación de redes eficientes de transporte ferroviarios, de cercanías y de largo alcance, para pasajeros y mercancías. Sugiere la creación de "autopistas del mar" que reemplacen la transporte por carretera, y plantea recargos fiscales para los vehículos, privados o públicos, de mayor consumo de combustible y a la inversa, ventajas para los de baja cilindrada y movidos por biocombustibles. En el capítulo residencial, opta por castigar el consumo eléctrico excesivo en domicilios, oficinas o locales por medio de las tarifas. Los fabricantes de electrodomésticos deberán incluir su certificación energética y se promoverá el su reemplazo por otros de menor gasto energético. La construcción de edificios deberá incorporar medidas de ahorro energético - paneles solares, entre otros-, las calderas de carbón quedarán erradicadas en 2012 a más tardar, y los ciudadanos tendrán que poner de su parte y asumir, por ejemplo, el uso sistemático de bombillas y aparatos de bajo consumo."

Que alegría Díos Mío ver que España va por delante de estos retrógrados, y que se empeña en quitar los obstáculos para mejorar la eficiencia energética sin rollo moralista y sin penalizar a los consumidores. Aquí en lugar de esto se promociona la energía nuclear y se planea tasar a los más pobres y establecer políticas de discriminación que mejoras las ventajas competitivas de las grandes multinacionales. Pero en España Carbona ha hecho sus deberes; sólo una llamada de atención: los biocombustibles no son la solución, ya que requieren una extremada degradación del suelo y están causando conflictos alimenticios a lo largo y ancho del mundo, como el problema de 'las tortillas' en Méjico hace sólo un par de semanas. Por lo demás la estrategia me parece excelente.

Por cierto que habréis visto que en España los niños son más felices; prometo intentar ir a España a formar una familia, ya que aquí mis hijos crecerían en una red de presiones idioticas sobre la talla de pantalón o el salario de sus padres.