Chicago, Chicago, Chicago….
¡Chicago es grande, Chicago es brillante, Chicago es moderno, Chicago es sorprendente, Chicago es JAZZ! Aquí tenéis amiguitos algunas de las cosas que más me gustaron de Chicago, una pequeña guía de viajes para cuando visitéis la ciudad. Como la lista de cosas fantásticas en Chicago podría no acabarse nunca voy a hablaros de seis de ellas, en una pequeña selección:
1- Lo grande: las raciones de sus restaurantes: Giordano's y The Signature Room
Primero fue la ley seca: el contrabando de alcohol en Chicago potenció el desarrollo de la mafia estilo siciliano.... luego fue guerra de la Pizza en los 70. Los mayores actores de dicha guerra fueron los dueños de Giordano's y Gino's, y otros restaurantes que lucharon por desarrollar la famosa pizza al estilo de Chicago, que es una pizza de cinco centímetros (básicamente ponga usted una masa de pizza de base amurallada, dos kilos de mozarella de la buena, salsa de tomate casera, ingredientes al gusto y tostese al horno durante unos buenos cuarentaycinco minutos). Yo me incliné por los Giordano's (sus dueños juran y perjuran que la receta la heredaron de su madre y eso siempre da buena espina) donde tras casi una hora de espera y unos diez eurillos me encontré con esto:
Os imaginaréis que, aunque estaba buenísima, no me comí una octava parte de la endiablada pizza. En Chicago si no te acabas la comida te la ponen para llevar: ahora cuando salí del restaurante a la pobre pizza no la podía ni mirar (cuando los homeless de la milla de oro me vieron llevando esa bolsa se pusieron a saltar de alegría y me libré de comer más pizza donándosela gratamente- no se si estaba más agradecida yo o ellos).
Ahora si lo vuestro son los gustos delicados, entonces iros al observatorio Hanckock, la segunda torra más alta de Chicago. Dos pisos más debajo de la cúspide, en el 95, se encuentra “The signature room” en el que por doce eurillos te puedes arrear un buffet de sopa de langosta y jamón asado, contemplando los tejados de los rascacielos de Chicago.
2- Lo brillante: la Mirada de Chicago sobre el lago Michigan
El parque del Milenio le costó un riñón a Chicago, pero a mi entender valió la pena, porque es un reflejo del idilio que Chicago tiene con su besucón vecino, el lago Michigan. Donde quiera que Chicago se acerca al lago todo se vuelve más bonito... hay muchos sitios famosos (Navy Pier, el Zoo y L:incoln Park, el observatorio) pero como ya he dicho, el Parque del Milenio es sin duda el más bonito. Y lo que más me gusta es que se acabó de hacer hace solo unos años:
3- Lo moderno: la impagable arquitectura de Chicago
Sin palabras: es para verlo. Yo no dejaba de pensar que estaba dentro de la película “Metropolis”: por ejemplo en la foto podés ver unas líneas a través de los edificios que me recuerdan al tren elevado “The El”. Los Docklands en Londres son una chorrada comparado con esto. Y bajo del tren el pavimento es sucio y siniestro, como en la película… pero de una manera guay, como teatral. No sé es para verlo!
4- Lo sorprendente: la multiculturalidad y alcance de su interés en las culturas del mundo
Todos los anuncios, carteles, menús, todo, todo, todo, está traducido al español... te da por pensar que hay más hispanos que ningún otro tipo de gente. Mil restaurantes de mil tipos, mil colores de gente por la calle, mil tipos de indumentarias… cuando uno pasea por Londres uno se pregunta si no irá demasiado informal ante la invasión de trajes grises (Momo vivía en Londres, seguro); en Chicago, uno se pregunta si irá lo suficientemente original.
En semejante ambiente multicultural, os imaginaréis que los Chicagoanos son extremadamente amables y te ayudan para todo. El primer día que estuve allí me hice unos amiguetes para ir de clubs, a oír Jazz y eso… impresionante. Ni fotos tengo para expresar esto.
5- El JAZZ: Festivales, músicos callejeros, grandes teatros y clubs legendarios: las mil y una formas de entender el Jazz.
Jazz, jazz, jazz, por la mañana para desayunar, en el lobby del hotel (estaba en el Milton, un lujazo increíble), mientras paseas por la calle, comiéndote un Hot Dog, por la tarde mientras te mojas los pies en la fuente del milenio, al atardecer cuando vas a un concierto, por la noche cuando te tomas un Gin Tonic en un club…
Me pilló el Jazz festival! La realidad es que ví tantos grupos de Jazz que no me puedo quedar con ninguno. Todos eran fantásticos, excepto uno… bueno, para que acordarse de lo único malo.
Ahora, si vais a Chicago un solo día, podéis ir al club de uno de los matones de Al Capone, un club de cien años de historia que cierra a las cinco de la mañana, siempre música en vivo... podéis contar con pasar allí una noche impresionante.
3 comments:
Jo, como has disfrutado! Me alegro mucho! Te propongo que te vayas a USA a trabajar...jeje. Te iriamos a ver un montón, te lo prometo. A que la comida basura esta buenisima allí?
Seguro que viendo esos edificios te acordabas mucho de Bas, con lo que le gusta la arquitectura moderna, verdad?
Besicos
Tienes toda la razon; cada vez que hacia algo guay pensaba en lo mucho que Bas hubiera disfrutado estando alli.
Aunque tengo que decir que la persona que mas me ha ayudado a entender la arquitectura moderna ha sido mi tio Jorge.
Espero no tener que ir a vivir a US porque me encanta Europa y ademas creo que viviria aislada en estos pocos sitios que toleran la diversidad de opinion. Pero desde luego, si me fuera a vivir a US elegiria Chicago como destino, sin lugar a dudas (aunque claro, nunca he visitado San Francisco)
venga vane...es q tan censurao....¿qué no toleran la diversidad de opinión?, ¿seguro?, lo que las critican que es distinto. No hay más mezclas de culturas y gentes que en los USA. Todo el mundo puede hacer y decir lo q quiera dentro de la Ley. Lo que cuentas es muy parecido a lo que se ve por el resto de los EE.UU., un gran país y un gran pueblo. Cuando gobiernan los demócratas siguen siendo los mismos que cuando gobiernan los conservadores. Kisses.
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