Conflictos

Bueno, dado que mi concentración esta bajo mínimos me ponder a escribir algo en mi pobre blog abandonado. Hoy he tenido un dia rollazo y es que no me podia concerntrar... al final me he puesto a buscar hoteles en Internet, para irme a Chicago; resulta que he conseguido un chollo, me he alquilado una habitacion en el Hilton por £50 y me he puesto muy contenta. Chicago es un rollo porque es una ciudad de convenciones y todos los hoteles son carisimos... esto me parece caro, pero la verdad es que no es caro para ser Chicago (el hostal ya estaba a £30 y eso era compartiendo habitacion con 10 extraños).
Bueno, habiendo solucionado estos problemas paso a contaros mis aventuras de la semana pasada. La semana pasada descubri por qué me cabreo, cuales son las razones que me llevan al cabreo. Esto lo hice haciendo un test psicológico de lo más tonto, que es algo así como el horoscopo: es una idiotez, y suena a cuento chino, pero encaja en tu vida como anillo al dedo.
Basicamente el test dice que soy un cubo, bueno, que estoy en el centro, que me en situaciones normales me adapto a lo que me pongan en el plato; ni chicha ni limona; y vamos, que me da igual y estoy para lo que haga falta... pero lo que el test también dice, es que cuando me encuentro en conflicto, cuando me cabreo.... entonces me vuelvo meticulosa: lo único que me importa entonces es que esta bien y que esta mal, me pongo a discutirlo todo. Si, con la persona que me he cabreado, me sigue el argumento, negocia, me escucha y razona conmigo... entonces se me pasa automaticamente. Pero si la persona con la que me he cabreado hace una de estas dos cosas, a)ponerse a tomar decisiones y dar argumentos no razonables, simplemente porque hay que tomar una decisión urgentemente; b) echarme la culpa de todo y hacerse la victima, entonces, amiguitos, la hemos liado. Cuando se me acaben los argumentos empezaré ha decir “lo que tu quieras” pero pasaré de todo. Ahora, si siento que la persona con la que tengo el conflicto no solo no me escucha sino que además me intenta llevar a su terreno, o manipularme, o cuestionar mi propio sistema de valores, entonces saltaré de forma explosiva, y más vale que tengas las orejas llenas de cera...
Totalmente verdad. Y aquí van los ejemplos. El primero ocurrió en Bosnia. La cosa fue más o menos así: estamos en un bar, la noche de mi despedida con mi traductora, su novio, y otros amigos. El novio de mi traductora, como todo buen Bosnio, se siente obligado a invitarnos. Ahora, el chico esta en sus últimos años de universidad, y el dinero no le abunda. Pero como buen bosnio, cuenta sus pocas monedas y le va medio en secreto a pagar al camarero (esa es la forma de hacerlo, sin que nadie se de cuenta). La cosa que cuando me doy cuenta, el camarero y el estan discutiendo en Bosnio. El novio de mi traductora esta muy avergonzado, pero al final ella me cuenta que el camarero le ha hecho un lio con el dinero; de hecho no era la primera vez que el camarero nos hacía algo así. Así que adoptamos una estrategia de resistencia: nos traemos birras de la calle. Entre tanto, el novio de mi traductora, con un cabreo horrible, se marcha a casa; entre tanto, unos amigos franceses acaban de llegar. Uno de los franceses es un pintor que adora los Balkanes. La verdad que el chico es interesante, pero su ingles es peor que mi frances, asi que cuando mi vocabulario frances se agota, ya no nos queda conversacion. Entre tanto mi traductora y los demas no dejan de llenarme el vaso de cerveza, y me empieza a afectar la cabeza. Pero en cierto momento, el frances me tiene arrinconada y hasta los huevos; necesito un cambio de escenario. Ha habido una última ronda, así que me voy a pagarla, a escondidas, como hacen los bosnios. Pero, de nuevo, el camarero, cabreado porque bebemos poco para lo borrachos que estamos, me enseña la cuenta: sorpresa sorpresa, doble de lo que yo asumo que tenía que pagar. Aquí empiezo ya ha cabrearme. Subo arriba, le digo a mi traductora que me parece que nos quieren liar otra vez y le pregunto si recuerda cuantas cervezas hemos tomado. Sus cuentas corresponden con las mias. Aquí la Vanesa analítica necesita hacer lo que es correcto. Pagar por el número de cervezas exacto, ni más ni menos. Antes, no estaba en conflicto, me daba igual pagar de más. Pero, después de ver al camarero (que me trata como una estúpida) no estoy dispuesta a pagar un céntimo más. Después de darle la coña al camarero, le convenzo, pero al convencerle (demasiado fácil) me pregunto si no sería incorrecto. Entonces, me da por contrastar esto con los demás y les pregunto si consideran que mis cuentas son apropiadas (malo, esto de dudar de mí misma). Entre tanto, el francés, que no se entera de nada y encima se ha perdido la mitad de la película, baja a hablar con el camarero y cuando sube me dice que me olvide, que ha pagado el todo. A mí esto me mosquea, porque a)no soy tacaña a no ser que sospeche de alguien; b)me parece que es demasiado condescendiente con mi persona, quien solo esta tratando de hacer lo correcto. Y entonces lo veo. El francés no ha entendido la situación. Así que pacientemente- siempre mantengo la paciencia en la primera fase del cabreo- trato de explicarle la historia entera. Entonces el tío me catapulta hacia fase 2; el tratamiento condescendiente se incrementa exponencialmente, y encima el tío me da lecciones de “La ley del Bar” como la llama: “quien bebe cerveza paga y vosotros habeis bebido cerveza”- “si pero no tanta”. Bueno, cuando me suben el tono de voz entonces llega mi fase 2: “Bueno, tío, lo que tu quiera, tu lo has pagado, no es mi problema, y me importa un bledo.” Discretamente les indico a los demás que nos vayamos, y que tratemos de dejar al individuo lo más lejos posible. Pero el tío lo tiene muy claro. Lo tengo que entender. Tengo que entender que el tiene razón. Yo le he concedido que el no me pueda entender y el no me concede ese privilegio. En lugar de eso, empieza un sermón. Dos minutos después mi cara empieza a cambiar. Estoy muda, volando a fase 3. Me empiezo a notar que voy a explotar, pero el gilipollas no se da cuenta hasta que es demasiado tarde y ya le estoy gritando con una fuerza en el bar que es imparable. Mis ojos hierven, las venas de mi cuello estan infladas. No necesito respuestas a mi explosión, me doy la vuelta y ando hasta la puerta. Ni siquiera miro atrás. El resto de la noche (con todos mis otros colegas que no entendían nada) me la paso disculpandome, pero con el frances, a quien nunca volví a ver, esta roto para siempre. No quiero saber nada de esa persona nunca más. Así que ya lo sabéis, no me llevéis a fase 3. No puedo recordar ahora otras veces en las que haya explotado (no vale gritar, porque puedo gritarle a alguien que pienso que es idiota, pero la de los ojos saliéndome de sus cuencas, me la habéis visto alguna vez? Habéis visto a Mrs Hyde?).
La segunda anécdota es la del conflicto que me encuentro más frecuentemente. Imaginemos que tenemos un problema a), vease, montar una tienda de campaña (curso de liderazgo en Gales, semana pasada). Bueno, lo normal es que alguien sepa hacerlo. La semana pasada nadie de nosotros tenía la más remota idea. Bueno, yo sabía, pero daba la casualidad que esta tienda se montaba de forma inversa a todas las tiendas que yo he montado en mi vida, levantándose primero la cobertura externa y colgando la tienda interior desde dentro (el mundo al revés total- la casa por el tejado). En fin, primera fase del conflicto: yo intento argumentar porque creo que hay que montar la tienda interna, en base a mi experiencia previa. Todos los demás ven claramente que eso esta equivocado. ¿Alguien me lo explica? No. En lugar de eso, deciden hacer una votación, y prácticamente me vetan del grupo: lo que eso significa es el aislamiento total de mi persona. Ahora, mi conflicto no es con el grupo. Hay gente que solo ha expresado una opinión. Mi conflicto es con la persona que ha organizado una votación para resolver un problema que es de lógica, no de fuerza. Si hubiéramos estado discutiendo un problema moral, me hubiera parecido bien hacer una votación. Pero si discutimos un problema de lógica hay que discutir la solución. La conclusión es: tenía razón pero no consiguieron montar la tienda de campaña. ¿Por qué? Por echar miembros por votación (yo fui solo la primera, y hubo gente a la que no hubo oportunidad de votar, se desligaron del problema inmediatamente). Pro abrumar en lugar de pensar.
O sea, he aquí mis principales valores: si nos ponemos a discutir, no me llevarás a tu terreno si no me demuestras que tus argumentos se basan en “lo que es lógico”- aunque la misma lógica de los argumentos puede ser discutida- yo creo que de ahí que prefiera tener discusiones dialécticas que de otro tipo.
Bueno, no sé me debía un desahogo.
Hoy ha sido un día raro. Por ejemplo mis amigos de Guildford se han ido de cena tras votar todos en contra mía (hoy era el día de la semana que peor me venía, tengo que prepara dos reuniones mañana); y básicamente estoy un poco aislada y triste. Si ha esto le sumamos que otro tio del curro me ha echado los tejos (yo no se como lo hago, pero es que ademas nunca me gustan ni un poquito) y que encima la comida de la cantina ha sido horrible por primera vez en dos años, y que el Jueves de esta semana me llega con retraso, y que ayer hubo inundaciones y mi viaje a Guildford fue un horror con casi un homicidio involuntario del taxista que me llevaba, y que además el canario esta perdido en algún lugar de UK pero me da sustos que me muero y al final nunca se molesta en llamar, y que quiero estar con mi mama y comer tortilla de patatas... después de todo esto, necesitaba el desahogo, chicos, muchas gracias.

4 comments:

Sr. Editor dijo...

jejejeje, pobre Vane, aguanta mujer, aguanta, a mí me encanta discutir contigo, jeje.

Anónimo dijo...

Antonio dijo...

Ya estoy en España, no sé si podré verte estando tú por allá arriba... Estoy aquí hasta el 20 de septiembre.

Otra cosa: enhorabuena, tu blog ya no está bloqueado en China. No sé si lo sabes, pero yo estuve un año sin saber que tenías un blog precisamente por eso, porque desde China no se podía ver.

Anónimo dijo...

pues yo no se que pasa en este medio agosto pero que tambien por aqui andamos raros de cojones, y encima mñana a trabajar de nuevo no me lo puedo creer..socorro....

Anónimo dijo...

venga vanesi, animate.- en cuanto a lo de las explosiones, no se por que pero me suena mucho, donde ha sido que lo he vivido yooo?
besossss