Otro desahogo
Aviso: este mensaje es algo personal, así que a lo mejor puede resultar aburrido.
¡Hola!
Hay veces, muchas veces, en las que todo me da vueltas a mi alrededor. Yo, no se si lo sabéis, padezco lo que algunos llaman “terrores metafisicos”. Estaba leyendo hoy un libro sobre la construcción del conocimiento y de repente me he visto a mí misma. El párrafo del libro (Página 169 de Berger and Luckman, The social construction of reality, 1961) habla sobre las diferencias entre la gente cercana y la gente anónima y como unos y otros reafirman nuestra percepción de la realidad.
Los autores del libro dicen que mientras que las cosas que observamos a nuestro alrededor nos confirman su existencia (incluidos los extraños que nos cruzamos en la calle), también confirman el caracter irreal de algunos de nuestros momentos de “extasis siniestro”- por ejemplo mencionan el no reconocer las formas de los objetos de nuestra habitación, el descubrir, de repente, que no reconocemos nuestra cara en el espejo o la sospecha de que los seres más cercanos y queridos son unos misteriosos extraños.
Yo sufro esos terrores muchas veces, y otros muchos más. En los últimos tiempos me dan pánico las escaleras, especialmente a oscuras; los espejos; las carreteras que no conozco. Todo eso me produce una sensación de irrealidad.
La cosa es que a veces tengo la sensación de que son terrores comunes, que simplemente me acojona la imagen del infierno que nuestra sociedad nos ha metido de un modo u otro por los ojos, o quizá las historias de miedo tantas veces repetidas.
Quizá. Pero ¿sabéis que me fascinaba- y aterrorizaba- leyendo al gran maestro del terror- Lovecraft? La metafísica que implicaba. El saber que lo que esta ocurriendo puede no tener nada que ver con lo que estamos viviendo. O ¿que es lo fascinante de Dr Jeckill y Mr Hyde?: el saber que nuestra propia personalidad es una construcción y que puede cambiar, que podríamos ser personas distintas y terribles. Eso es casi más terrible que los relatos de miedo de Staphen King o quien sea, en la que la fuerza maléfica siempre es externa, siempre es algo lejano que accede a nosotros en el mundo físico... nada como los horrores del Necronomicón...
Así que eso es lo que hacemos, ¿no? Buscar las cosas familiares que nos aseguran que lo que sabemos, que el lugar en donde estamos es tan real que podemos tocarlo... Yo padezco “terrores metafísicos” desde siempre- no en vano adoro toda esa literatura- pero estos terrores se han vuelto más tangibles más o menos desde que acabé la universidad. Por ejemplo, cuando fui a Nigeria no reconocía a Bas al principio. No le reconocía la cara, durante al menos unos días. El primer día que llegué a Londres y puse mis pies en la tan familiar estación de Waterloo creí que estaba soñando- quizá un pesadilla- y os juro que me pellizqué para asegurarme. No fue hasta la visita de Pablo y Raquel y luego de Jara y Checho que tomé conciencia de que estaba de vuelta en UK.
Becker and Luckman dicen que la conversación es el mejor medio de “objetivización” de la realidad. Es decir, los miedos, terroríficos o metafísicos, se alejan con el lenguage porque cuando se ponen en palabras se objetivizan: se convierten en cosas pequeñitas. El ejemplo de Berger and Luckman es impresionante: Cuando una pareja tiene una relación sexual disatisfactoria (ejemplo, un gatillazo) es un problema enorme. Pero el problema deja de ser un problema cuando la pareja habla de ello, y se minimiza al infinito cuando, una vez superado el problema, se comenta en plan de risa con los amigos.
Hablando se aleja el problema... creo que por eso escribo este mensaje, para ver si la escalera de mi casa, aquí en UK, me parece menos amenazadora.
Antonio, ya se que me vas a decir que soy una pedante y una pesada. Asumo esos errores al máximo. Que le voy a hacer- ya hace años que discutimos sobre la supuesta utilidad de la metafisica, en fin...
2 comments:
ya he vuelto del curro,
vane deja las drogas y si no son las drogas, pues... eso t pasa por leer tanto. Siempre he reconocido q no leo, las novelas me aburren y me da por los ensayos y como siempre he leido por obligación de estudio, pues no leo. Y ya ves q bien tengo el coco.
Kisses del marido d Ja.
Ya sabes que el actor secundario Bob decia "A la cultura por la lectura!" pero ese era el Actor Secundario Bob, el que acabo entre rejas (y no el bueno- iliterato- Krusty el Payaso)
Cheers,
Vane
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