Lo que queda de Bosnia
Llegar de Sarajevo desde Milan es una maravilla. En Milán, el aire limpio me asomaba a las montañas nevadas, a las magníficas vilas, a la campiña multicolor… en Sarajevo el mismo aire me mostraba las granjas dispersas por las colinas, los grandes y vanguardistas edificios post comunistas y a la combinación de múltiples espacios (lo urbano y lo rural; la cultura musulmana y cristiana; la pasión capitalista y el idealismo comunista…) en un solo momento y lugar.
Desde el mismo momento en que pude ver Bosnia a través de la ventanilla del avión ya estaba enamorada de ese país.
Claro, que en el amor (como en todo lo demás) nunca te dicen lo que viene luego. Y es que aterrizar en Sarajevo es como agarrarse el corazón con la mano y apretarlo fuerte: debajo de los tejados nuevos que se ven desde el aire hay casas de paredes agujereadas, estructuras ahora inhabitadas, grandes monumentos arruinados… y, en todas partes, cementerios. Cementerios extensísimos, con sus tumbas alineadas en el suelo, cubriendo los parques de la ciudad con sus crucecitas vestidas de blanco imaculado. Otras veces, las más, en vez de cruces, pero también blancas, las tumbas se indican con un pilote acabado en un birrete. Esas son las tumbas de los musulmanes. Supongo que después de esta guerra tiene sentido querer ser diferentes… hasta en la muerte.
Más de dos años pasó la ciudad de Sarajevo asolada por el ejército Serbio de la República Srpska. Su general, Mladic (un asesino ahora en paradero desconocido cuya hija se pegó un tiro hacia el final de la guerra, tal vez porque no pudo soportar ser la hija de un criminal) tenía una casa en Sarajevo. Supongo que conocía la ciudad perfectamente: conocía su centro de inspiracion turca (a los musulmanes en Bosnia se les llama turcos despectivamente, como a los de Larués), su delicioso café, sus cevapci (unas salchichas hechas con cordero, también "turcas"), sus pasteles, sus empedrados, sus impresionantes mezquitas, su enorme y compacta iglesia católica, sus puentes con su historia (incluido el puente donde mataron Franz Ferdinand), sus monumentos construidos tras los juegos olimpicos del 84, sus bloques de cemento comunistas confrontados a la resistente arquitectura tradicional, sus tejados de madera oscurecida, sus clubes de jazz… supongo que el conocía todo esto (lo que yo vi en un día) y muchas otras cosas más… E imagino que Mladic, antes de la guerra, se habría tomado muchos cafés en el centro de Sarajevo, habría conversado con mucha gente accidentalmente, a veces sin ni siquiera preguntarse: "Vamos a ver, musulmán, croata o serbio?" Ser Bosnio era como ser todo eso y nada al mismo tiempo. De hecho he leído que en Bosnia nadie creía que iba a estallas la guerra, porque en Bosnia todos (Serbios, Croatas, Musulmanes) vivían juntos como si nada. Porque nada pasaba al fin y al cabo… Sentada en un café en Sarajevo, estuve a punto de echarme un cigarro, un Drina, como el río que cruzaba Gorazde, este tabaco es como un símbolo de la resistencia Bosnia. Allí en Bosnia todo el mundo fuma mucho y compulsivamente, como si les faltara tiempo para fumar (como si les faltara tiempo para vivir?).
No sé lo que hacía Mladic antes de la guerra, o durante ella, o donde debe estar ahora, pero sé que bajo su mando los Serbios, rodearon la ciudad y se apostaron en sus colinas. Desde allí, casi cada día, llenaban los cañones de mortero y disparaban ("shelling") sobre la ciudad. El resultado: un estado de terror continuo, una ciudad paralizada y muertos, muchos muertos. La ciudad se comunicaba con el exterior a través de un túnel por debajo del aeropuerto, varios kilómetros de oscuridad para salir del objetivo de los tanques.
Esto fue lo que vi en Sarajevo. Ahora no pongo fotos para que os de tiempo a imaginarlo…
2 comments:
No creas que no te leo Vane, pero es que no se me ocurre nada que decir a esto. Tiene que ser impresionante ver un pais que ha sufrido una guerra hace tan poco, supongo que da mucho que pensar...
Besitos.Jara
Lógica consecuencia del nacionalismo, la expresión totalitaria del paletismo localista, el extremo sanguinario de los hijoputas q diferencian entre la gallina con Rh- y la gallina ibérica, eso es lo q pasó en la "Antiguayugoslavija"... algún levantapiedras debería darse una vueltita por allí, a ver si entendía algo. Ya sabes quien soy, jeje, nos vemos pronto, en una semanita fly to London, kisses
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