El bosque sagrado de Ouidah

Probablemente mis más fervientes seguidores recuerdan que uno de los mitos mas comunes del vudú es la transformación en árbol de los grandes jefes o maestros vudú. Pues bien, en Ouidah se encuentra el árbol sagrado en el que se convirtió el rey Kpasse. El árbol es un ejemplar de un árbol raro llamado Chlorophonia Excelsa, que tiene varios centenares de años. Se cree que el rey Kpasse salió un buen día de su casa y al sentir morirse se transformó en árbol, volviéndose así eterno. El árbol es impresionante, surcado de paredes angulares y de una gran extensión, se levanta majestuoso en un claro. Nada menos que un rey puede descansar en su interior.
Para proteger este árbol a su alrededor ha crecido el bosque sagrado de Ouidah, con varias especies de árboles. Entre ellos hay otro árbol moribundo por el ataque de un rayo durante una tormenta. Viendo que el árbol constituía un peligro, los cuidadores del bosque decidieron talarlo pero fue imposible. Aquellos que fueron encomendados con su destrucción se vieron afectados de una terrible enfermedad tras lo cual desaparecieron todos los voluntarios para cortarlo.
Muchos de los árboles del bosque sagrado están considerados reencarnaciones de personas importantes de la aldea y los creyentes del vudú se encomiendan a su protección. El Vudú o Vodoun (como lo llaman en Ouidah) cree en la reencarnación, y como tal respeta las formas de vida que bien pudieran ser almas humanas. La gente del Vudú distingue entre Cuerpo, Alma y Espíritu. Todas las cosas vivientes tienen espíritu pero solo los humanos tienen alma. En cierto modo incluso las cosas muertas tienen espíritu (por ejemplo se adora a la tierra como fuente de poder).
Tan fuerte es la creencia de la protección del bosque que un hombre poderoso de Ouidah, que había amasado una considerable fortuna como general del ejército francés, construyó su casa alrededor del árbol de Kpasse para que le protegiera, aunque años después su casa fue destruida y tuvo que dejar el bosque sagrado. Tomando un refresco conocimos a ese hombre, que se considera descendiente directo del rey Kpasse. Le falta la mitad de la cabeza, del tiro que le dieron en Vietnam (de hecho las peores guerras que han peleado los franceses las ha sufrido los soldados de sus colonias africana).
Ahora el bosque sagrado esta muy bien conservado, y gracias a una fiesta de reconocimiento del Vodoun que hizo la UNESCO en 1994, el bosque, al igual que la ruta de los esclavos, de la que ya os hable, ha sido restaurado. En el bosque hay diversas esculturas que representan a los dioses y elementos del Vodoun. Por ejemplo esta el dios supremo del Vudoun representado con grandes cuernos y un enorme pene erecto (no es extraño que los católicos pensaran que los adoradores del vudoun hacían magia negra) que representa el poder supremo. El Dios supremo representa todas las fuerzas del universo, buenas y malas, así que puede ser infinitamente bueno o infinitamente malo, en función de lo que necesite el equilibrio del universo. Esta escultura me recordó muchísimo al dios de los mineros en Potosí, que ellos llaman el diablo, por sus grandes atributos (en la cabeza y en la entrepierna). A veces resulta curioso ver como todas estas religiones ancestrales están relacionadas.
Otras esculturas representan otros dioses, y en particular el Dios de la Viruela.
En medio del bosque existe un santuario de clausura, para religiosos del Vudoun que tiene restringido el acceso. La cosa no deja de ser un espectáculo para turistas, pero ayuda a la comprensión de la religión Vodoun.

1 comments:

Anónimo dijo...

vane, acabo de llegar de la nieve, ya me he leido los retrasados, muy guay, besos, esperamos correo