Ouidah-La puerta sin retorno

En mi primer viaje a Benin he tenido la suerte de visitar Ouidah, ciudad emblema de África Oriental por dos razones: por haber sido el centro neurálgico del tráfico de esclavos en África y por ser la capital internacional del Vudú.
Ouidah se levanta junto a la costa del golfo de Benin, al oeste de Cotonou. Treinta kilómetros de carretera de bordes mellados nos lleva hasta una ciudad de calles ordenadas y limpias, de fachadas pintadas con cuidado y puertas talladas cpon símbolos del imaginario local.
A la entrada de Ouidah se encuentra el fuerte portugués, hoy museo de la ciudad de Ouidah, donde se explica la historia de la esclavitud en la ciudad. Ouidah era la capital del reino de Dahomey, cuyo rey recibía en su país a los europeos, mayormente portugueses, con los que establecía intercambios comerciales. El rey Dahomey apreciaba los regalos de los europeos tanto que era capaz de intercambiarlos por sus propios vasallos, enviados como esclavos al Nuevo Mundo.
El rey Dahomey tenía un curioso método para averiguar cuando un convicto de su reino era culpable o no del crimen que se le acusaba. El convicto se metía una cesta y era izado por dos guardias sobre la plataforma donde se encontraba el trono del rey. Desde allí era arrojado al suelo. Si el convicto caía sobre sus pies y se levantaba indemne, podía seguir su camino libre. Si por el contrario, caía de espaldas o de bruces y era herido, sería declarado culpable. Sólo habría entonces un castigo posible: la separación de la cabeza de su cuerpo, de un solo tajo.
Si os sobrecoge escuchar esto pensad como se sintieron los dos periodistas portugueses que en el siglo XVIII recogieron estos hechos en varios dibujos mientras acompañaban a los comerciantes portugueses. También recogieron en sus dibujos las diversas ceremonias de tributo al rey y a la madre del rey, así como la adoración a la serpiente, protectora y señora de los habitantes de Ouidah. Asimismo Ouidah fue también cuna de las amazonas, mujeres guerreras que también protegían la ciudad (una vez leí que las amazonas habían vivido en Mallorca, creo que este es uno de los mitos mas poderosos de la historia del hombre, pero no es raro encontrarlo en el África oriental, ya que aquí abundan las sociedades matriarcales).
En el fuerte portugués se puede encontrar aún la preciosa casa colonial del gobernador, rodeada por los patios donde los futuros esclavos aguardaban el embarque hacia América. Dicho embarque estaba completamente optimizado y los portugueses (y otros europeos) se guardaban de colocar los esclavos en las bodegas de modo que cupiera el máximo de esclavos posible. Mirar estos dibujos sobrecoge por su falta de humanidad.
Cuando la esclavitud fue abolida en Brasil y Haití, la gente de Ouidah y del nuevo mundo estableció un fondo para el regreso de la gente desde el nuevo mundo. Muchos de los antiguos esclavos regresaron a Ouidah, trayendo consigo nuevos mitos del nuevo mundo. Aun hoy se pueden encontrar muchas tradiciones de esta parte de África en el Nuevo Mundo, desde la religión Vudú, hasta la comida y las relaciones sociales.

LA PORTE DE NON-RETOUR
Photo Author: Olivier CHEBANCE
Uno de los máximos atractivos de Ouidah es el monumento que la UNESCO ha levantado en su playa: La puerta de no retorno, aquella que había que cruzar sin mirar atrás. Personas sin edad, rostro, género, vida, despersonalizadas de su propia existencia, arrojadas a la incertidumbre. No es extraño que en el camino revivieran su propia religión ancestral con tanta intensidad.
Dicha religión era el Vudú. El Vudú no es en Ouidah el extraño paganismo o cultismo de Nigeria, no, aquí es la cultura misma: las estatuas de Vudú están por todas partes y los artesanos te ofrecen máscaras que en el baile permitirán que seas poseído por un Loa (espíritus menores del Vudú) o muñecos que te protegen de los Loas cuando estos están furiosos, o que te proporcionan vigor sexual o dinero. El día 10 de enero hay un festival Vudú en Ouidah, y espero ir para contaros más cosas sobre el Vudú.

Ouidah es un viaje fascinante a nuestra propia culpabilidad, y símbolo de la supervivencia de los hombres contra los desastres que nosotros mismos nos infligimos.
He encontrado esta estupenda página que ofrece un recorrido fotográfico fantástico a través de Ganvie y Ouidah (especialmente el monumento de la UNESCO). Os recomiendo que la visiteis para ver mas imágenes estupendas.

http://wotw.free.fr/benin/pagefr/benin.html

1 comments:

Anónimo dijo...

Lo de las tsunamis ha sido un horror horroroso, pero creo que eso pasa una vez cada cientos de años, asi que no creo que deba influir en la decision de Antonio de viajar alli.