Ibadan, la ciudad más extensa de África
La gente de Ibadan dice con orgullo que su ciudad es la más extensa de África. Es posible que lo sea. El viernes pasado fui con Tunde, el conductor, a dar una vuelta por el Mercado de Ibadan. Me llevo al “Gran Hotel” situado en la cima de una colina en el centro de la ciudad. Desde allí observé la ciudad que se extiende en todas las direcciones, sin apreciar que tuviera límite alguno. La guía “Lonely Planet” dice que probablemente Ibadan sea una de las ciudades mas feas de África. Mas o menos, traduciendo del Ingles la guía dice:
“Lo mas interesante de Ibadan es el IITA, un instituto de investigación en agricultura al norte de la ciudad. El recinto tiene pistas de tenis, una piscina razonablemente limpia, campo de golf y un estupendo restaurante. Serás afortunado si consigues una invitación para entrar allí”
Lo del estupendo restaurante... bueno, todo es relativo, depende de lo que tu cuerpo sea capaz de aguantar (mi cuerpo a decidido ya que la comida del restaurante es lo bastante tóxica como para negarse a digerirla).
Pero es verdad que hay empresarios de Lagos que vienen aquí a pasar el fin de semana... ¡madre mía! Una ciudad como Lagos, llena de música y acción (llena también de crimen, especialmente el pasado fin de semana) y sus habitantes vienen aquí, a este no-lugar, a pasar el fin de semana... a emborracharse más que nada.
Por lo demás, deciros que no estoy de acuerdo con la Lonely Planet[1]. Ibadan no es una ciudad tan fea, ni ITA es lo mejor que se puede encontrar en Ibadan. Bueno, quizá es lo mejor en términos turísticos, si hacer turismo significa bañarse en la piscina y jugar al golf.
Ibadan es excitante, por lo raro. La primera vez que cruce la ciudad llegué aterrorizada al campus, no en vano habíamos atravesado el basurero, donde la gente se apelotona, construye casas y hasta cultiva verdura que luego se vende en el mercado. Pero eso no es todo Ibadan.
Una vez que te acostumbras a los colores (todo deteriorado y oxidado, ennegrecido por el humo) casi parece que la ciudad tiene un cierto orden intrínseco. Las casitas se van apelotonando, y de cuando en cuando se levanta una torre de ocho pisos, de alguna multinacional que venda zumos o teléfonos móviles a los nigerianos. Delante de las casas la gente vende cualquier cosa en tenderetes hechos con madera vieja y plástico. Se venden sabanas, alfombras, frutas, televisores apilados sobre el suelo polvoriento, pinturas hechas a mano por algún artista local, camisas, ferretería... lo que sea. ¡Siempre hay alguien vendiendo algo! Luego además los nigerianos son gente muy culta, y les encanta leer. Tienen varias librerías relativamente grandes, con un montón de secciones, y colecciones de libros nigerianos. Los escritores nigerianos son estupendos, algunos de ellos han ganado el Nóbel incluso (aunque no me pidáis que recuerde sus nombres). También hay supermercados, del tipo Aldi Bailo, siempre regentados por paquistaníes o libaneses (no me preguntéis como es que esta gente viaja tanto solo para abrir una tienda).
El mercado de Ibadan (uno de ellos, el más grande) es un completo laberinto. Los tenderetes se apilan uno contra otro en cuestas inimaginables y dan la impresión que si te apoyas en ellos vas a tirar toda la fila. Pero la cosa se aguanta razonablemente bien. En cada tenderete hay una cosa distinta, pero las cosas son lo más asombroso que os podáis imaginar: tienes sastres que te hacen el traje in situ, delante tuya, peluqueros y gente que arregla uñas, gente que hace joyas, telas, cortinas, chatarreros... tantas cosas, todas juntas que no da tiempo al ojo a acostumbrarse a tanto mogollón. Y luego están los coches. ¿Podéis imaginaros el rastro de Madrid sin asfaltar, y con coches pasando entre los tenderetes continuamente? Más o menos es así...
Por cierto, que dinero aquí hay a espuertas... por la calle no se dejan de ver mercedes de los que caben seis personas importados de Florida. ¿Que por qué se importan los Mercedes de Florida? Que sé yo... será la moda. Cuando se tiene dinero se hacen estas cosas...
Como os digo, esto esta lleno de sorpresas.
Un abrazo.
[1] La verdad es que la Lonely Planet es una birria. Con deciros que la de España dice que no hay nada interesante que ver en Jaca…
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