Por fin la Ley del Aborto nos ha traído un derecho necesario. No se trata sólo de despenalizar el aborto (bastante difícil es para una mujer tomar esa decisión, para que vengan a decirle cómo y cuando lo puede hacer) sino también contrarrestar el estigma alrededor del aborto que persigue a nuestra sociedad.
Por otro lado está el tema de la educación sexual. ¡No se puede esperar que los niños lo aprendan todo por ellos mismos! La iglesia y los anti-abortistas, claro, se oponen a que se hable de educación sexual en los colegios. ¿Serán esas casas donde se defiende que no se enseñe educación sexual en la escuela las mismas en las que no se habla de sexo ni por casualidad? No se puede decir que cada familia tiene el derecho a enseñar lo que les dé la gana a sus hijos. La escuela toma responsabilidades para enseñar normas civiles como la seguridad vial, unas ciertas normas de comportamiento en público, el uso de servicios de salud o incluso como hacer la declaración de la renta, todos ellos temas de supervivencia en nuestras sociedades. La educación sexual también es necesaria para sobrevivir, emocionalmente y físicamente y no quedarse agarrado por una enfermedad venérea solo porque nos daba vergüenza usar un instrumento indispensable para la vida moderna como un condón, y esto sólo es un ejemplo.
Claro, que estoy de acuerdo en que diferente gente tenga diferentes ideales, y que haya gente que deseen que haya un mundo asexual (que se lo queden para ellos) y haya gente a la que le parezca que tener sexo es lo único que vale la pena en el mundo (tampoco hay que exagerar). En fin, que me parece bien que la gente tenga diferentes visiones de la utopía, siempre y cuando se asuma que esto no está relacionado con la más real de las realidades. Y la realidad es que la gente tiene sexo por razones que no siempre son reproductivas. Eso es así, independientemente de los juicios de valor que uno quiera hacer.
Me parecen mejor las leyes que se hacen sobre realidades, más que sobre ideales. Este es un derecho importante de la mujer. Esperemos que ahora que se reconoce este derecho en el papel, se empiece a reconocer también en nuestra vida e interacciones con otros seres humanos.
PS: Mis recuerdos de educación sexual en la Pirámide, en Huesca, son bastante divertidos. Por otro lado, en clase de religión nos enseñaron un video horrible de un aborto sanguinario (video que por lo que me han dicho no se corresponde con la realidad, para nada). La lección que extraigo de esto es que la educación sexual será más o menos sana, pero la educación anti-sexual (que ocupará su espacio) es una desgracia.