El tema de la semana es como no la fórmula Uno y el rollo McLaren/Ferrari. No me toméis mal, me parece lo más interesante que le ha pasado a la competición en mucho tiempo, en particular ese impagable gráfico animado que publico Marca ayer y que me tuvo riendo toda la tarde. Vamos, que a quien se le ocurre ir a fotocopiar el dossier robado a una tienda normal y corriente; claro que cuando uno esta en Woking (que por cierto esta al ladico de aquí) uno no se imagino que su fotocopiador de toda la vida sea un rotundo fan de ferrari.
Pero de lo que os quiero hablar no es de Fórmula Uno, de lo que se poco y me interesa menos a no ser que sea porque parece una película de espías, sino de la diferencia abismal con que se cubre la noticia aquí y en España. Aquí, Alonso, despechado ha traicionado al equipo compuesto de santos que nunca echaron una ojeada al dossier maldito… en España, por el contrario, los de McLaren son unos idiotas que han jodido el campeonato a Alonso para poner allá arriba a un niño mimado. Bueno, señores, ni tanto ni tan calvo. Alonso no sería ni primero ni segundo sin McLaren, ahora los tíos estos han metido la patita con el dossier de las narices.
Pero no es sólo en fórmula Uno. Por ejemplo, otro caso alucinante es el de los McCann, los padres de la pobre niña Madelein que desapareció en Praia da Luz. Aquí en Inglaterra son víctimas de la policía de Portugal; en Portugal, y por extensión España, son unos conspiradores con influencia mediática. La verdad que la cantidad de evidencia acumulada contra ellos es bastante impresionante, pero, vamos, como periodistas, no deberían ambos, ingleses y ibéricos, plantearse que es un caso difícil y que sería mejor que esperaran a ver que concluye el juez, que al final es quien tiene que decir algo en este asunto?
Y los ejemplos se extienden infinitamente. Ayer hablaba con Bas y él me decía alucinado que en la televisión se habían pasado toda la noche hablando de Isabel Pantoja. Me decía: ¿cómo puede ser la vida de una sola persona tan relevante? Yo me descojonaba, porque me parece normal: pero no debería! Es una aberración la manera en que se trata la información en estos días, y como se barre para casa hasta en los más mínimos detalles...