Vanesa y la limpieza total
¡Hola!
No se como me lo monto pero últimamente no encuentro tiempo para escribir en el blog ni por casualidad... Parte de la culpa es que estoy ocupadísima como nunca, aunque otra parte de culpa la tiene que me acabo de mudar de casa y todavía no acabo de instalarme.
Mi nueva casa es definitivamente especial. Es una casa “list”, vamos que esta en la lista de edificios que no se pueden reformar por su interés histórico. Y si, es una casa “historica”… como histórico es el polvo de sus repisas y la mierda de sus cortinas.
Por otro lado mi casa tiene dos ventajas esenciales:
1- Tengo unos compañeros de casa maravillosos, que me cuidan mucho, la mantienen limpia (como ellos dicen) en términos higiénicos (esto es verdad, en la despensa no se puede entrar pero el váter lo limpian cada día) y tienen siempre un montón de cosas interesantes que hacer (por ejemplo el Sábado nos fuimos a Southampton a ver una peli francesa sobre como el ejército francés utilizó en sus guerras a soldados norteafricanos para dejarlos en la mierda).
2- El precio de mi habitación es ridículo: £160 (el sitio más barato en el que he estado hasta ahora eran £300) y la verdad que con la cantidad de espacio disponible, considerando que hay lavadora y garaje y por encima de todo sintiéndome bienvenida, creo que mudarme a esta casa, a pesar del polvo añejo, es lo mejor que me podía pasar.
Pero claro, vivir en una casa como esta da lugar a grandes aventuras… por ejemplo, en una casa tan antigua parece que los interruptores se han ido acumulando, y aparecen como setillas aquí y allá… no es extraño pues que cuando voy a hacer la colada a las once de la noche, como no podía ser antes, me toca repasarme todos los interruptores a ver cual es el adecuado.
Esta mañana, después del almuerzo, estaba con Paul y Ewan (dos de los tres magníficos compañeros de casa) cuando nuestro otro compi, David, viene y nos dice que al levantarse se ha encontrado su frigorífico empantanado en agua.
- Alguien debió apagar por equivocación el interruptor que controla el frigorífico, y todo se ha llenado de agua.
- Ups, fui yo, ayer por la noche, al hacer la colada, no encontraba el interruptor del cuarto de la lavadora- he dicho, a lo que David me ha respondido:
- Uy, no te preocupes, si total la tenía que descongelar… ya ni podía cerrar la puerta...
Obviamente nuestras carcajadas han despertado al personal somnoliento tras el almuerzo. David es, sin lugar a dudas un tipo curioso. El otro día cociné un salmón con nata, delicioso… y se negó a probarlo porque no come ningún tipo de pescado o marisco. Yo dije, vale, pero es que luego el colega limpió toda la cocina de arriba abajo para asegurarse de que eliminaba todo resto posible de pescado. Ya se que suena raro, pero en realidad me pareció genial, no solo porque no tuve que lavar los platos, sino también porque sin protestar ni nada, cogió y limpió lo que quería ver limpio, pero sin el más mínimo reproche. Vamos, que mucha relajación es lo que hay en esa casa, y yo estoy superagusto...
En la misma tónica he empezado mi plan “limpieza total”: lo que voy a hacer es poco a poco y sin hacer ruido ir limpiando todas las esquinitas de la casa, hasta que recupere la decencia. La cosa es que en cuanto empiezas a tomar la iniciativa se desarrolla un efecto en cadena total. Por ejemplo, el otro día pasé quince minutillos limpiando la pila del fregadero, que parecía muy sucia pero en realidad solo era cal. Al día siguiente oí algo como "¿Quién ha limpiado el fregadero?” pero la cosa quedó allí. ¡Esta mañana, alguien misterioso había limpiado las repisas! Claro, si yo lo entiendo, entre hombres eso de la dedicación a la limpieza suena un poco raro, pero en cuanto alguien empieza, todo el mundo sigue la corriente.
Así que de momento estoy más feliz que una perdiz; mi habitación es pequeña pero todas las habitaciones que he tenido hasta ahora lo han sido, y unos buenos compañeros de piso, eso si que no se paga.
3 comments:
Chachiiiiiiii, me alegro very much, que bueno leerte de nuevo
Jo tio que rapidillo
JO como me alegro de que por fin seas bienvenida en una casa de ese pais, con lo raros que son! Seguro que luego les haces algun plato rico rico y te los acabas de meter al bolsillo.
Muuuuchos besos
Jara
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