Bueno, chicos, así de estilo ansotano ha sido la despedida, suavemente y guardando las formas (no como esos brutos de los baturros). En fin, ni llorado hemos, porque para qué; más vale alegrarse de que si todo va bien en Diciembre Bas está de vuelta un par de semanitas, y antes de que me entere, para la primavera, me toca a mí ir a Nigeria, quizá a ver elefantes en los parques nacionales de la zona de Abuja...
De momento me quedado más triste si cabe porque mientras salía corriendo detrás del tren he visto una nube enorme poniéndose encima del Gran London y ya me ha seguido hasta casa (habrá pensado que no la veía quizá...).
Ayer Bas y yo pasamos probablemente uno de los días más felices de nuestra vida... yo creo que estábamos supercontentos de estar sanos, y juntos y haciendo un montón de planes y cosas que tenemos que hacer juntos y todo eso... y desde luego, como burgueses (hipócritas- un poco) que somos nos tomamos nuestro fantástico lunch en el Tate Modern, nos paseamos por los puentes del tamésis, nos fuimos de compras compulsivas (aunque Bas y yo creo que solo compramos libros) y para culminar una gran noche nos fuimos a un seminario sobre el feminismo del siglo XXI, y una cena exótica antes de volver a casa.
Pero cuando volvíamos le dije a Bas que estábamos locos- que solo snobs como nosotros disfrutaban su último día yendo a un seminario.
La cosa es que el seminario era de lo más interesante; voy a intentar explicar el argumento, más o menos. El profesor que la daba era un americano interesado en anthropologica biologica (en el comportamiento de los monos y cosas así); el explicaba que la aparición de la píldora permitía a las mujeres controlar su sexualidad y que de ese modo las mujeres habían tomado las riendas de sus campos de interes, como la educación, desplazando a los hombres. Eso explica, según él, que en las universidades americanas haya un 60% de estudiantes mujeres- y de ese modo, a través de la educación los valores enfatizados son aquellos que pertenecen a las mujeres.
Yo le pregunté que que le parecía que en UK más chicas (y a edades más jóvenes) se sometan a cirugía estética- especialmente a engordarse las tetas- las estadísticas dicen que 60% de mujeres de alrededor de 20 años en UK sueña con tener cinco tallas más de sujetador. El hombre me contestó que la razón era más la competitividad de las mujeres por sobresalir del resto que el interés de los hombres en las tallas grandes de sujetador...
Por cierto que donde fuimos a la charla estaba tocando Deus, un grupo de Bélgica que yo adoraba en mis tiempos mozos... les seguía a todas partes y en un concierto, como buena grupie que yo era, me dí un beso con el bajista en el que debió ser uno de mis grandes momentos de gloria adolescente. Otra vez Maria de Larués y yo les fuimos a esperar a su llegada al aeropuerto y se pusieron tanh contentos que nos invitaron a merendar y además del concierto vimos su prueba de sonido... tonterías, pero fueron momentos muy divertidos en mis primeros años en Madrid. Bas se moría de risa ayer cuando le contaba todo esto...
Bueno, un beso, y nos vemos el finde del 9. Ja, si estáis el 8 por la noche igual podemos salir un rato si queréis y podéis. Así celebramos el cumple de Nata
Bechos