Llevo un par de días deprimida. Mi amiga Penny dice que cuando estaba en la universidad, encontrar a gente realmente malvada le deprimía tanto que no podía menos que dedicarse a la conservación de la naturaleza, y volverse una activista de los derechos de los animales, lo que parece mucho más lógico que defender a esta banda de burros que llamamos humanidad.
La verdad es que estoy obsesionada con la maldad. Es algo que escapa a mi comprensión. Me da terror ser malvada yo misma, por lo que atiendo y examino a aquellos que pienso son malos, para comprender que es lo que les hace así.
Pensad por ejemplo en los dueños de mi casa. Un mes mintiendo, ocultando cosas, fingiendo ser otras personas, por un puñado de monedas... Diréis: es imposible controlar la avaricia. Así que[1] me he ido a preguntar a la RAE que es avaricia y dice:

avaricia.
(Del lat. avaritĭa).
1. f. Afán desordenado de poseer y adquirir riquezas para atesorarlas.

OK. Asumamos que mis compañeros de casa son avaros... ¡pero mis compañeros de piso no son avaros! En primer lugar son vagos y no les gusta trabajar. En segundo lugar todo el dinero que ganan va de cabeza a la máquina tragaperras, o como mucho, en pintas de cerveza y pizzas. Son gordos y vagos. Son las típicas personas con los labios cubiertos de grasa, sin capacidad de atención, andando por el mundo sin disfrutar de nada y diciendo palabras cariñosas solamente a sus gatos.
Después de pensar esto he pensado en la palabra patético pero por alguna razón me ha parecido que no encajaba. Creo que es porque también puede usarse en otro sentido. Pero la palabra patético me ha llevado a la palabra que buscaba:

miserable.
(Del lat. miserabĭlis).
1. adj. Desdichado, infeliz.
2. adj. Abatido, sin valor ni fuerza.
3. adj. mezquino (ǁ que escatima en el gasto).
4. adj. Perverso, abyecto, canalla.

Eso es lo que son mis compañeros de piso:

• Son desdichados, en una vida sin destino ni beneficio, en lo que nada de lo que hacen tiene sentido.
• Son infelices porque su vida es deprimente y carecen del sentido crítico suficiente para darse cuenta.
• Están abatidos y no tienen valor para dirigir su vida a otro destino, algo que despierte sus mentes.
• Son mezquinos porque perdieron su nobleza de espíritu y en su lugar llenan el alma de placeres virtuales y falsas esperanzas en cosas materiales que no les traeran nada.
• Y todo esto les hace malvados, perversos, canallas, capaces de cometer atrocidades por nada; capaces de odiarse cada dia y dormirse culo con culo sin hablar durante semanas, incapaces de dedicarse una palabra agradable, incapaces de hacerse amables o confiables...

Me pregunto si los iméciles esos de las bombas de Londres son también unos miserables.
Antes de cerrar el diccionario he mirado una última palabra, aunque solo fuera para consolarme. Esta es la palabra que dedico a mis (ya ex-)compañeros de piso:

bien.
(Del lat. bene, bien).
1. m. Aquello que en sí mismo tiene el complemento de la perfección en su propio género, o lo que es objeto de la voluntad, la cual ni se mueve ni puede moverse sino por el bien, sea verdadero o aprehendido falsamente como tal.


[1] Siguiendo el ejemplo de Che