Uf
Si uf, y menuda pesadez a la que llego a veces; estoy nerviosa ahora. ¿Por qué? Pues porque el chico que me ha ayudado más estos días parece estar de repente obsesionado conmigo.
Pero vamos a ver, si tú dices el primer día que llegas que tienes novio, que bueno, es incluso algo más que un novio, ‘pareja de hecho’ algo difícil de explicar en inglés… ¿está claro, no? Que nada de nada… Y sin embargo no dejo de sentirme agobiada por innumerables muestras de atención; por dios, que solo llevo aquí cuatro días; valiente amor que tarda tan poco en crecer… En fin, para demostraros que mis sufrimientos no tienen fin, tengo que deciros que he declinado una invitación para ir al ballet; lo juro. Me encanta el ballet, pero más vale que se vaya haciendo a la idea. No me importaría ir al ballet con ninguno de mis amigos, pero lo del colega es demasiado…
Moralmente me parece un poco de chantaje: chica nueva y perdida en un sitio nuevo, algo sola también, es víctima fácil: me hago tu amigo, te ayudo un poco, y luego, como vas a estar agradecida, pues te me pego como una lapa hasta que me odies. Eso es chantaje emocional, diría yo, y no es mi culpa. Cada palo que aguante su vela, yo se muy bien lo que quiero y por qué estoy aquí, y si alguien no se ha dado por enterado que me escuche cuando hablo: no tengo la más mínima intención de cambiar de novio, ni hoy, ni mañana ni nunca. Y creo que lo he dicho una vez por día desde que estoy aquí.
Bueno, ya sabéis todos que no estoy acostumbrada a que nadie se enamore de mí, y menos locamente, y ni mucho menos quiero dar ninguna bola; que no engaño a nadie, vamos.
Me remuerde la conciencia el imaginarme como Anna, la Polaca de Wageningen que tenía a un montón de chicos detrás de ella, esperando a que se decidiera por uno de ellos, y en la espera, ella les hacía hacer todo tipo de cosas, desde las tareas de la universidad hasta reparaciones domésticas. Aquella casa era un desfilar de chicos con los ojos de cordero degollado.
Pero tíos, yo sé que no soy así; creo que una cena el día de mi llegada y un par de viajes en coche de casa al trabajo no le dan derecho a creer nada de nada. No. Y si se cree lo que quiera no es mi culpa, a la vista está: Bas aparece cada cinco minutos en mi conversación y ocupa de momento un 75% de mi pensamiento. Si no lo tiene claro que consulte a Rappel. Porque a mí los ojos de cordero degollado no me hacen ningún efecto, más bien al contrario.
En fin, que mi agobio va en aumento, hasta que explote, y no me vuelve a hablar con el pobre chaval el resto de mi vida…
¡Que alguien más experto en estos asuntos me aconseje, por favor!
Gracias por escucharme el desahogo.
Besos
1 comments:
Vane, no le des mas vueltas...Es Gay!!!!!! Quiere ser tu mejor amigA, vamos en mi vida habia oido yo que un hombre te invite al ballet. Espera que se lo pregunto a Che a ver que opina.
(Soy Che, nunca me fiaria yo de una persona que me invite al ballet y si es hombre menos. Besitos)
Si lees entre lineas lo que dice Che es que o es maricon o es muy pero que muy progre (de ahi que no se fie,jaja)
Besote,Jara
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