Ahora desde Surrey, donde la nieve cae y no cuaja
Hola a todos, perdonad mi ausencia tan prolongada, espero comenzar pronto la rutina, y poner mi blog al día en las próximas semanas. Durante los próximos cuatro años no me voy a mover de Surrey si no es de vacaciones, así que debería ser capaz de mantener el blog sin agobios, y a buen ritmo, ya sabéis, cuatro o cinco mensajes por semana, que es mi meta.
Surrey es una pasada, aunque todavía no tengo casa, ni oficina ni nada, todo el mundo es realmente encantador y atento, tanto que me da por sospechar donde está el dichoso gato encerrado, pero por el momento no lo encuentro. Estoy rodeada de bosque por los cuatro costados, un paraíso forestal con toda clase de especies en un bosque seminatural, quiero decir, que siempre fue bosque aunque ocupado por humanos (vamos, que nunca lo talaron para plantar frijoles).
Mis cuatro supervisores son fantásticos, y creo que me lo voy a pasar pipa tratando de saber que es lo que los cuatro quieren de mí. Además, con eso de vivir en un bosque parece que el estrés es algo desconocido por aquí, y todo el mundo tiene una actitud de lo mas relajada, que que queréis que os diga, me parece de lo mas adecuada. Y no es que el trabajo no se haga, pero es que se hace con sus correspondientes descansos, tes, cafés, y sonrisas.
Bueno, os anuncio que aunque ya estoy lejos de mi ahora adorada Nigeria (que nunca pensé fuera a echar tanto de menos) todavía tengo historias en el tintero (ups, quiero decir, en el teclado) de zombies y guerras de Ibos. Espero contaroslas pronto.
Bueno amigos marxistas, aznaristas y floweristas, un abrazo muy gordo, y venir a visitarme virtualmente.
Un abrazo
PS- Para aquellos que se lo pregunten, sí, estoy desesperada sin Bas a mi lado, pero chavalines, seguiremos adelante, y espero verle pronto por aquí o por allá. Echar de menos a los que se quiere tambien tiene su encanto.
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