Esquizofrenia

Hoy leo el periódico y me envuelve el pavor: por un lado leo sobre el violento desalojo de unas chabolas de marroquíes y rumanos en la carretera de Valencia; por el otro la tala de 6700 pinos de un paraje incomparable en Ávila para construir nada menos que 7500 viviendas en una aldea poco más o menos como Bailo (un asunto del que se ha hablado largo y tendido en el blog de Juanma).
Leía recientemente en una revista de opinión americana (Harpers) un artículo de la escritora canadiense Naomi Klein en la que argumenta que el sistema capitalista es ahora un sistema basado en la destrucción. Naomi Klein documenta cuidadosamente como empresas multinacionales arrancan el beneficio económico de la desgracia en programas de destrucción y ayuda. También explica la continua creación de comunidades creadas a las que los no elegidos no tienen acceso más que para limpiar basuras. Podríamos argumentar que al menos, en España, la cosa no parece haber ido tan lejos. Sin embargo, al leer hoy el periódico no podía menos que pensar que Naomi Klein tiene mucha razón.
Por todas partes se ven los mecanismos de exclusión. El de la vivienda es uno de los más persuasivos. Por alguna razón que no alcanzo a comprender la vivienda es todavía hoy vista como una posesión, y no como una necesidad. Es este argumento que permite una comprensión de la vivienda como un mero bien de consumo, en particular un bien del que se pueden sacar pingues beneficios. Desde hace tiempo diversas organizaciones sociales de todas las orientaciones posibles nos remarcan la importancia del acceso a la vivienda y la imposibilidad de realización humana cuando no se tiene acceso a ella.
Vivir en una chabola es algo que no place a nadie. Es imposible dudar que, si los precios de las viviendas y los alquileres no fueran los que son, o si el acceso a la vivienda estuviera facilitado por unos principios fundamentales directos, claros y con poder legislativo, quizá no hubiera personas que tuvieran que vivir en chabolas. Pero esta campaña por ‘el fin del chabolismo’ no habla de mejorar las condiciones de acceso a la vivienda de estos ciudadanos (o cuando menos, humanos) sino de tapar, erradicar, esconder lo que no nos gusta. No se trata de resolver un problema sino de barrerlo debajo de la alfombra… In lo repito. Nadie elige vivir en una chabola. Si se vive en una chabola será porque no hay otro lugar donde ir.
En el otro extremo la inmoralidad llega a aquellos que lo tienen todo, y que habiendo dejado detrás al común mortal compiten por la destrucción total del medio ambiente. Así es posible destrozar el hábitat del águila imperial ibérica, sin ni siquiera tener adjudicados los contenciosos derechos de agua para construir- no viviendas para marginados, no sustitutos de chabolas- sino chalets y campos de golf para aquellos que, no contentos con una o dos residencias necesitan de algo más para contentar a su bolsillo. Nadie niega que el desarrollo, en su justa medida es necesario, precisamente para evitar incidentes como el de Madrid, pero esto señores no es desarrollo, es avaricia, es inmoral y vergonzoso. Y la pena es que nadie hablará de desalojo, porque la constructora tiene ‘dinero’ para papeles.
En los años sesenta los planes de desarrollo en Huesca habían encontrado la solución para la provincia: traer a todo el mundo a las ciudades para tener mano de obra barata para el recién encontrado desarrollo; la montaña sería un excelente reservorio de agua y un excelente parque de recreación para los señorcitos a los que les apeteciera irse el fin de semana de caza. Más de cuarenta años después el Pirineo ha sobrevivido, no gracias sino a pesar de las burradas cometidas en el nombre del Pirineo. Muchas de las contradicciones que arrastramos no son más que el producto de la estupidez de aquellos que podían escribir aquellas burradas en los planes de desarrollo regional. Cuando pienso en esto, me gusta creer que no era más que el fruto de la intransigencia y la opresión del momento histórico… sin embargo, cuando leo el periódico en días como hoy me pregunto si de verdad hemos agotado la falta de vergüenza de esos que tienen dinero y poder.

6 comments:

Anónimo dijo...

está claro que el consumismo es un grave problema para la supervivencia de la humanidad. Como los chinos entren en él -y lo están haciendo con muchas ganas- estamos perdidos.

El problema es que debemos dejar de ver sólo el consumismo de los ricos -que es terrible, por supuesto- y ver el de todos. Tenemos que vivir todos más modestamente, clase alta y clase media.

Anónimo dijo...

De acuerdo, pero si 'los ricos'- o los que tienen cualquier poder- no se preocupan bien habra que denunciarlos, no?

Sr. Editor dijo...

Pues chicos, yo alucino, debemos vivir en mundos distintos.

Vane no se si has visto la "chabola". Tenía tres plantas, pintadita hace poco, parabólica claro y adosadita a otra similar. ¿Pero de qué estamos hablando? joder.Venga ya con el rollo de los oprimidos, los pobres y los ricos.

A ver, aquí y en China -je,je, me venía al pelo- hay unas normas y si no las cumples te atiendes a las consecuencias. Punto. Nada tiene que ver eso con si los "chabolistas" eran marroquíes, pobres o ricos. En ese poblado viven así porque les da la puta gana y por lo que la "chabola" parecía no viven precisdamente mal. Vamos, bastante mejor que yo, que tengo q pagar una hipoteca hasta que me jubile, ellos no, ni tengo tres plantas de casa, ni un BMW como los que se ven en ese mismo poblado. Y pago el agua, la luz y la contribución. ¿Ellos? ya, porque son pobres ¿no? venga ya...

Por supuesto que hay pobreza, seguro que en el poblado la hay. Pero la culpa no es ni del capitalismo, ni del consumismo. Un poquito de seriedad. El sistema es el que es, a ver cuando os enterais, primero lo llamabais capitalismo, ahora consumismo y luego, cómo lo llamareis. Es lo que hay, sin nombres, ni lo defiendo ni lo ataco. Es lo que hay, no vendais humo u os creais vuestras propias trolas joder.

Estamos en el 2007, no en 1887 o en 1967. Argumentos por favor, pragmatismo please no dogmatismo. Para decir no hay que dar una alternativa.

Besos Vane...

Anónimo dijo...

hola vane!!!

yo te queria decir q hay algunos q si les gusta vivir en chabolas, les das un piso d protección y lo q hacen es destrozarlo para así parecer una chabola. Creo q detras de ese desalojo seguro q hay intereses de x medio, pero tbm es verdad q no tenemos q hacer lo q nos de en gana, si yo pago luz, agua, piso, pues todos los demás tbm, no podemos montarnos nuestra casa donde queramos, q te parecería a tí q en un campo de tu abuelo la gente se montara su vivienda sin pagar nada, sin pedir permiso y robando luz a los vecinos del pueblo??? mal no??? es decir q todos tenemos q tener los mismos derechos y x supuesto las mismas obligaciones, seamos ricos o pobres.

un besazo!!!

Rubiales dijo...

Jo, siento llegar un poco tarde al debate, porque de verdad era algo que me llamó la atención y que me pareció difícil de analizar. De hecho con mis compañeros de trabajo hemos tenido alguna que otra tertulia basada en este tema.

Sobre los especuladores, poco que decir que ya no se sepa.
Sobre el acceso a la vivienda y su condición de bien de necesidad, lo mismo...

"Lo de las chabolas" ya es un punto delicado. No niego que todo está relacionado. Por un lado, no todo el poblado está formado de chabolas en el sentido que las entendemos. Ahí tiene razón Checho. De hecho, parte del "drama mediático" deriva de eso: ¡Hay gente se encuentra identificada con inmigrantes trabajadores que tienen su casa y que se la tiran...!

Al margen de si todos son inmigrantes (que al parecer no es asi), o de si es un foco de delincuencia, o de si pagan o no el IBI, muchas de esas casas son simplemente viviendas ilegales, construidas en la cañada o fuera, pero en unos terrenos que no pertenecían a los que ahi tienen su casa, sino a todos los madrileños (no estoy seguro pero creo que no hay terrenos privados de por medio).

Por otro lado, el hecho de que haya otros especuladores malvados aprovechándose de la situación no justifica que los listillos que se apropian de algo que es de todos se consideren angelitos.

¿Qué opinará la familia ecuatoriana que como todo hijo de vecino alquila su casa dedicando el 30, 40 o 50% de su sueldo? ¿O al que se la han derribado por no tener amigos que les tiren piedras a los polis?

Mi análisis "desagua" en que al final son los grupos de "poder" que son los que harán valer sus intereses, que en el caso de Cañada Real no sólo son las casas, sino la actividad que las rodea. Ese poder puede conseguirse con el capital (véanse las inmobiliarias de Las Navas del Marqués) u organizándose en cientos con piedras y bombonas como en el caso de Cañada Real.

Desde luego hay diferencias y no se parte del mismo punto de partida. Pero no por eso una cosa está mal y la otra bien. Las dos me parecen mal...

Antonio dijo...

a ver si escribes algo... y si cuelgas una de aquellas fotos de londres con el cielo tan azul...