Disculpa musical

Bueno os debo una disculpa, porque en mi mensaje “Año Nuevo Vida Nueva” no me expresé bien. Alguien me ha recordado que algunas de las bandas que menciono abajo ya son muy conocidas. Es cierto, lo que pasa es que he sido yo la que no ha tenido tiempo para encontrarlas por eso estoy tan feliz. Y por otro lado, también me encanta que las pongan todo el santo día por la radio.
Supongo que el año que pasé en Londres fue un poco oscuro, pero todo el recuerdo que tengo de ese año es la música R&B que se oía en TODAS las emisoras de Londres- creo que hasta en las de música clásica- así que me tuve que refugiar en mis viejos discos. Resultado: No puedo ni ver a los Sonic Youth, los he escuchado tantas veces que ahora me aburren inmensamente.
Otra de las facetas de este problema era el salir por ahí. Yo siempre decía: “tiene que haber un sitio donde a la gente le guste el Rock. Ya vale de estar en sitios en los que si mo agitas el culo no eres persona”. Pero la realidad es: nunca fui capaz de encontrar uno de esos sitios en Londres.
Y que ocurre ahora? Pues lo que ocurre es que el Rock está de moda, así que ahora está por todo, hasta en Guildford, que está petado de bares en los que en cualquier minuto te esperas que pongan Camela. Así que espero que estos cuatro días que voy a España en Navidad me pongan al día de que estáis escuchando por ahí, y me hagáis feliz, animales del Rock.
En resumen, este blog no es un blog de actualidad musical sino de actualidad Vanesera. Eso es lo que es y por eso tiene tan pocas visitas... porque la intimidad asusta colega.
Aparte de intimidad: la intimidad de la fiesta de Navidad en la oficina. 70 tíos, metidos en la cantina del curro, comiendo pavo y lanzándose cualquier cosa que hubiera en la mesa para lanzar desde papelitos hasta coles de Bruselas. Si hubieras visto a mi jefe rojo, con la mano llena de adornos navideños arrojándolos contra cualquiera que se pusiera enfrente... y lo peor: había un sobrero de papa Noel, pero doblado como si fuera el sombrero de un gnomo, y en el extremo tenía una rama de muérdago, de modo que cuando te acercabas a alguien con el sombrero puesto, el muérdago estaba encima de los dos, y ya sabéis, una pareja bajo el muérdago se tiene que besar. Ahí va la excusa idiota: lo que no fue nada idiota es los morreos que se arreó la gente, así con las ganas... yo contuve el aliento pero el gorro no se acercó a mí en ningún momento, menos mal...
Luego nos fuimos a bailar, y ya os imagináis, entre tanta borrachera (yo era la única serena) nos pasamos la noche jugando con los globos como si fuéramos niños. El posdoc japonés se bailó un tango con una alemana, y cuando terminamos y no había sonado ni la macarena, ni el aserejé, ni el Enrique Iglesias, amigos, respiré alborozada.
Las Navidades en este país son la mayor locura que he vivido nunca. El otro día en el autobús una mujer discutía con su marido porque se había gastado la friolera de £4000 (6000€). No me preguntéis en qué, pero os aseguro que un escalofrío me recorrió la espalda. Y recordé la historia que me contaron el otro día: una chica que trabaja en una tienda de decoración (por cierto frecuentada por Anita Aznar, que vive en Londres) dice que es común ver a señoras entrar y gastarse £1000 en adornos para el árbol de Navidad. ¿Es o no es un país de locos?
Bueno chavales, muchos muchos besos

PS: se me ha olvidado decir que la primera vez que oí hablar de Franz Ferdinand fue gracias a Edu, have un año y medio o así.