miércoles, 26 de enero de 2005

Ogoni people

Nigeria es una tierra de contrastes, y creo que eso le hace ser maravillosa: el entusiasmo Yoruba, la fuerza de los musulmanes Hausa y Fulani, o la independencia Ibo, son sólo tres ejemplos comunes de las mas de 200 tribus que pueblan el país, cada una con su propia cultura, religión y lengua aunque la globalización también ha llegado a Nigeria, y muchas veces es difícil de diferenciar las distintas culturas, especialmente cuando te hablan tras la máscara del integrismo cristiano, lugar común en Ibadan.

Pero hoy quiero hablaros de la tribu Ogoni, un pueblo con graves problemas para y con su tierra. Os anticipo que el problema tiene una fuerta carga política, especialmente porque los Ogoni consideran a la compañía petrolera Shell su mayor enemigo.


Los que más me conocéis sabéis que no aprecio las ideologías ultra conservadoras de algunos ecologistas, especialmente cuando se engloban en un unipensamiento simplista, siguiendo modas y demás rollos. En fin, que hace mucho tiempo que aprecio el progreso, la construcción de carreteras y la utilización de esa maravilla que se llama coche, aun a riesgo de sobrecalentar el planeta. En este contexto las compañías petroleras son un elemento imprescindible en nuestra sociedad, con una gran función social. Pero supongo que las compañías petroleras también cobran lo suyo por su trabajo, así que no soy yo quien tiene que venir a defenderlas. Por el contrario, la gente Ogoni no tiene agua limpia, ni carreteras, ni urinarios, ni educación, ni servicios sanitarios (¡anda, como Bailo!), ni teléfono o electricidad en la mayoría de las comunidades... No esta de mas que les haga un sitio en mi blog y que lleve su historia hasta los Pirineos, donde seguro sólo ha llegado de lejos.
Si os digo que las compañías petroleras contaminan el medio ambiente... os vais a reír en mi cara. ¡Pero lo hacen! Ya tuve la oportunidad de comprobarlo en Bolivia donde Petrobras (compañía petrolera brasileña, o lo que sea) auspicia por ese gran desastre económico que fue Enron (y que por algún milagro de los tejemanejes políticos no salpico a Jorgito W.) se dedicaban a destrozar los maravillosos y escasos reductos de selva Chaqueña en la reserva de Tariquia. Tampoco digo nada nuevo cuando os digo que el petróleo trae problemas: en Bolivia el descubrimiento de los pozos se saldó con diez muertos en Oruro (si no recuerdo mal) y la salida por la puerta de atrás del presidente Goñi (el presidente que no sabía hablar español...).


Pero poneos en contexto: no estamos en Bolivia sino en Nigeria, la tierra de la corrupción. La tierra de los sobornos: sobornos a los funcionarios, sobornos a los políticos, sobornos a las personas de a pie... Los problemas pueden ser comunes a Bolivia: pobreza, trabajo infantil, falta de infraestructuras... pero están multiplicados por mil: las calles están absolutamente llenas de basura, el agua potable es un milagro, la electricidad se corta veinte veces al día, y la policía no solo no hace nada sino que te para en la carretera para que le ofrezcas un “complemento del sueldo”. El primer día que pasé en Nigeria (tras la experiencia maravillosa de Bolivia) lo describí como “el purgatorio en la Tierra” (uno no puede olvidarse jamás de sus raíces y conceptos cristianos). Ahora que ya sé que la nube continua de polvo es arena del desierto del Sahara, y que me he acostumbrado a los colores tristes y la comida insípida, Nigeria ya no me asusta tanto: de hecho me gusta: he aprendido a ver a través de la basura (más que nada porque yo sólo la veo, no vivo en ella) y ahora en lugar de ver las cosas que no me gustan miro a la gente, sus caras siempre alegres, sus vestidos llenos de colorido, su cultura repleta de matices: y eso me gusta... Y por supuesto también me gusta la capacidad que tienen de reírse de ellos mismos[1]. Pero con ello también viene el derrotismo, y la falta de capacidad de lucha. Y cuando la hay están tan solos... Los Ogoni sufren todo esto y más, porque además sufren la polución en sus aguas y sus suelos de la producción de Shell, y, según dicen, la persecución gubernamental por luchar por sus derechos.


La primera vez que oí hablar de los Ogoni fue en Ouidah, en una película-documental de Jean Odutan, un realizador Beninés. En la película, los refugiados Ogoni que viven en Ouida pedían a la ONU o al gobierno de Benin su reconocimiento como refugiados políticos. Yo nunca había oído hablar hasta entonces de refugiados políticos en Nigeria; bueno, no me interpretéis mal, Nigeria era una dictadura militar hasta ayer, pero con el auspicio de la comunidad internacional, parece que se va volviendo democrático (aunque corrupto y desorganizado[2]). Pero en Benin hay un grupo de refugiados que dicen estar huyendo del gobierno de Nigeria... la historia me fascinó inmediatamente. Mi pequeña investigación sobre los refugiados Ogonis ha arrojado escasa luz sobre este asunto, que parece estar todavía por estallar. Yo os intento explicar la historia de los Ogonis, sobre la base de que de esta historia, no tengo ni una centésima parte de la información.
No es de extrañar que habiendo petróleo (=dinero) en juego haya un conflicto en la zona donde los Ogoni viven. En el conflicto hay cuatro partes mas o menos identificadas:

  • Los Ogoni, que reclaman su derecho a vivir en la tierra de sus padres;
  • Shell, que reclama su derecho a la explotación comercial de un bien, por el que además, paga.
  • El gobierno de Nigeria, que cobra, y sus fuerzas de orden, desafortunadamente, muy corruptas;
  • Los criminales que, con tecnología punta (no de punta) agujerean las tuberías de Shell para robar el petróleo, y que nadie sabe quien son, por lo que todos los demás acusan a la parte contraria.


Los resultados son, más o menos los siguientes [3]:

  • Las negociaciones entre Shell y el gobierno son fructíferas, pero parecen dejar a parte a las comunidades locales, aunque ciertos lideres locales participan en negociaciones “secretas” llegando a acuerdos con Shell que sus propias comunidades no apoyan.
  • Shell dice patrocinar proyectos locales, pero estos no parecen materializarse en avances significativos en las comunidades.
  • Se acusa a los ogonis de sabotear y robar el petróleo.
  • Durante 1993/94, aun bajo dictadura militar los Ogonis sufrieron ataques armados de soldados que se consideran pertenecientes a Shell.
  • En 1999 un proyecto de Shell para construir una carretera causa divisiones en las comunidades locales: hay manifestaciones y 6 detenidos. Los policías enviados a calmar la situación detienen a algunos de los opositores del proyecto y en medio de la confusión matan por disparo a un joven de 18 años. Los manifestantes atacan a la policía y la cosa se salda con otros cinco muertos.
  • Protestas posteriores resultan en mas muertos, tanto de la comunidad local como policías.
  • 50 refugiados viven en Ouidah, Benin, pero no están reconocidos como tales, aunque ellos temen por sus vidas y se sienten perseguidos por el gobierno nigeriano; sin embargo parece que se les considera “refugiados económicos”. El mayor problema es que abandonaron su tierras y posesiones al huir del Delta, así que ahora no esta muy claro en que condiciones podrían volver.


Los refugiados dicen que la policía utiliza las siguientes medidas represoras contra ellos:

  • Desapariciones y asesinatos de lideres reputados
  • Acusaciones de cultismo, lo que les marginaliza en la sociedad nigeriana
  • Colocación de pruebas inculpatorias en sus casa para facilitar su detención
  • Sabotajes y accidentes, especialmente contra estudiantes ogonis


Así que estas son algunas pinceladas sobre el problema de los ogonis; solo quería contaros una de tantas historias terribles que corren por el mundo.
Un abrazo enorme.
Vane

[1] Un caso divertido es una gasolinera cuyo cartel de reclamo dice “God’s own gas”, que se puede traducir como “La propia gasolina de Dios” o equivalentemente “El propio pedo de Dios”: el día que lo vi por primera vez casi me muero… a ver si le puedo hacer una foto, como aquella memorable foto que hice en Tarija de la “Tecnología de Punta” en una tienda de electrodomésticos.
[2] A veces pienso que Nigeria es la prueba viviente de que la democracia es una broma…
[3] Lo que os cuento aquí lo he leído en Report on the Situation in Ogoni Land in the Niger Delta, Rivers State, Nigeria and on the Movement for the Survival of Ogoni People (MOSOP) in January 2003 Submitted to the Board of the Institute for Ecology and Action Anthropology (infoe CH), Zurich, Switzerland, Compiled by Max Mader Date: 2003-06-23

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